martes, 11 de agosto de 2009

Diversion y aprendizaje

Habrá quien piense que la diversión puede estar en divorcio con el aprendizaje, yo pienso que no, que de alguna manera están ligadas, puesto que siempre y en cualquier sirscunstancia aprendemos de algo, de alguien o sobre algo.

En verano en la Ciudad de Bruselas se encuentran muchas actividades recreativas y dentro de ese número de actividades se encuentra la Fiesta Latina, la misma este año 2009 se celebro en la Plaza de Catherine. En dicha Plaza se instalan kioscos que representan distintos países de Latinoamérica y donde se ofertan comidas típicas de cada país.

Mi amiga Karelia y Yohanka estaban al frente de el kiosco de Cuba y en el se podía degustar un arroz con gris delicioso, yuca con mojo, puerco asado, platanito maduro frito y ensala.
Allí nos reunimos un buen número de cubanos y a ritmo de música latina pasamos unas horas para nunca olvidar.

Pero comenzaba esta historia diciendo que no encontraba divorcio entre la diversión y el aprendizaje porque al final de esta Plaza se encuentra la iglesia del mismo nombre, Iglesia de Santa Catalina ( Santa Catherine); y quise visitarla y en mi visita pude conocer una historia fascinante y aprender algo más sobre la rica y extensa historia de este país.

A principios del S. XIII en Bruselas existía una capilla dedicada a Santa Catalina; estaba adosada a las murallas de la ciudad, de la que queda la Torre Negra que se levanta cerca de la cabecera de la iglesia actual.

Dicha capilla fue reemplazada en los siglos XIV y XV por una iglesia gótica, ya después de las grandes inundaciones que perjudicaron el centro de la ciudad en el mes de agosto de 1850 fue demolida, siendo conservada la torre barroca y también el paño del muro de un tramo del coro de la antigua iglesia.
En noviembre de 1854 el arquitecto Joseph Poelaert puso los cimientos de la nueva iglesia, dicha construcción no se termino hasta 1887.

Numerosos cuadros; la mayor parte provenientes de la antigua iglesia, decoran este nuevo santuario.

El Nacimiento, obra de Theodore Van Loon (Bruselas 1581-1667),
Santa Ana apareciéndose a los náufragos, tela de Corneille Scout (Amberes, 1597-1665),
Santa Catalina recibida en el cielo, Gaspard De Crayer (Amberes 1582-1669),
Los esponsales de la Virgen y la Presentación del templo obras de Maximilien de Hase, pintor de mediados del S.XVIII.

Y así una veintena de obras más de un valor incalculable, pero de todas estas maravillas lo que mas llamo mi atención fue una pequeña imagen, La Virgen Negra llevando al Niño Jesús, esta obra en piedra data del S.XV, fue arrojada al río Senne por marineros, pero fue rescatada cuando flotaba sobre un pedazo de turba en 1774. Desde entonces esta virgen ha sido venerada en la iglesia de Santa Catalina.

No creo haberles aburrido con esta historia pero es la prueba de que diversión y aprendizaje también pueden ir tomados de la mano.

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Un verano como hacia mucho tiempo



Increíblemente este verano a sido un verdadero verano en Bélgica, hacían muchos años en que no veíamos temperaturas como las que hemos visto en estos meses de julio y agosto, cuales hemos sabido aprovechar muchos para pasear y disfrutar de el buen tiempo.

Debido a lo lejano que se encuentra el mar de la Ciudad de Bruselas, (en la Ciudad de Ostende en Flandes una hora veinte minutos por carretera y el mar de Francia a mas o menos 296 Km. de distancia) los habitantes de Bruselas se las han agenciado para acercarse mas a la playa y se han fabricado una playa artificial, ¿que como?, pues a la ribera de el Canal de Bruselas a lo largo de el Muelle de las Gabarras, en una extensión de 1km donde se encuentras kioscos en los se ofertan bebidas y comidas típicas de diferentes países tanto de América como de África y Europa.

Las orillas están cubiertas por una arena muy fina, donde las personas se tumban a tomar el sol y los niños juegan ya con la arena ya con agua que brota en finos chorros de unas duchas instaladas en forma muy artística.

Allá me fui con mi amiga Mirna y su hijito José y en el kiosco de Cuba nos encontramos con algunos compatriotas con los que compartimos, charlamos y además no falto nuestro típico juego de domino, en verdad fue una jornada que disfrutamos todos, hasta mi amiga Mirna con su pierna con yeso y todo y en la que nos sentimos muy cerca de nuestra patria, Cuba.