viernes, 12 de diciembre de 2008

Mito, historia y poesia


En la larga lista de prominentes mujeres
intelectuales de el siglo pasado, se
encuentra una figura la cual llama mi
atención por su actitud social en una
época en que las mujeres estábamos
relegadas a un segundo plano,( sin voz
ni voto en todo el sentido de la palabra),
y además por su trágico desenlace.
Alfonsina Storne, maestra, actriz, poetiza
y escritora, nació el 29 de mayo de 1892
en Capriasca, Suiza Italiana.
En 1896 su familia se traslada a la ciudad de Rosario, Argentina.
Poco antes de cumplir 20 años abandona Rosario y toma el
tren rumbo a Buenos Aires: embarazada de un hombre casado
y veinticuatro años mayor que ella, está decidida a empezar
de nuevo en la capital argentina. Desde ese momento hasta
su muerte, afrontará la vida como madre soltera pasando
por alto los prejuicios morales de una sociedad hipócrita
y estrecha.
En 1916 escribe su primer libro así como también comienzan
sus colaboraciones en revistas y periódicos de la época.

Muy relevante fue su publicación en el periódico La Nación,
en las que escribe de las mujeres y del lugar que merecen en
la sociedad: «Llegará un día en que las mujeres se atrevan a
revelar su interior; este día la moral sufrirá un vuelco; las
costumbres cambiarán»

Asimismo, escribe sobre el derecho al voto femenino —que las
leyes argentinas no aprobarán hasta el año 1946— y cuestiona
las pesadas tradiciones que les impide a la mayoría de mujeres
a elegir un camino más allá del matrimonio. De hecho, en sus
artículos adopta un periodismo combativo y en más de una
ocasión enfatiza que lo primero que se tiene que hacer para
cambiar la situación de las mujeres es romper con los tópicos,
los arquetipos, los lugares comunes que la sociedad patriarcal
espera de ellas y para ello las insta a demostrar que son seres
pensantes.

En 1935 se le diagnosticó un cáncer de pecho y debió someterse
a una operación quirúrgica en la que perdió su seno derecho.
El hecho de tener que pasar por una mutilación física para
seguir viva, la marcó profundamente.
En los dos años siguientes a la operación, presiente la
cercanía de la muerte ya que su salud empeora de manera
irremediable.
Una noche, después de unas horas de intenso dolor, llama a la
asistenta de la pensión donde se hospeda y le dicta una carta
para su hijo. En la madrugada del 25 de octubre, Alfonsina, de
cuarenta y seis años, bajo una lluvia torrencial, se arroja
al mar desde un espigón dejando como testamento un poema,
«Voy a dormir», y una carta de despedida a su hijo Alejandro.

Hechisada por esta triste y significativa figura he realizado
este vídeo e interpretado la canción “Alfonsina y el mar” de
la autoría de los compositores argentinos Ariel Rmirez y
Felix Luna y al cual agrego un fragmento de el poema
“Yo en el fondo de el mar” de Alfonsina Storne.

Alfonsina y el Mar